martes, 30 de noviembre de 2010

La agricultura y la ganadería en peligro de extinción

Cuelgo una carta al director que escribí hace tiempo para un concurso y que me animaron a publicar en un periódico. La original está escrita en catalán pero creo que es mejor dejarla en castellano.

Con la revolución tecnológica y la llegada del euro (uno de los hechos más importantes de la Unión Europea en la última década) la vida ha ido haciéndose más cara. La normativa de seguridad es más estricta pero tiene más eficacia, las conocidas tiendas de “todo a cien” han pasado a ser de euro, el sueldo de los trabajadores (la mayoría) han aumentado considerablemente...
Por desgracia aquí no entra la agricultura y la ganadería. Lo que era cincuenta pesetas se ha quedado en 30 céntimos el quilo de fruta y no en 50 como en muchos casos ha sucedido. Han impuesto nuevas leyes, las que dificultan los trabajos del agricultor y del ganadero. La ZEPA (zona especial de protección de aves) privará de regar los campos. Esto provocará que la calidad en el fruto cultivado sea menor por su bajo contenido en agua y que haya menos aceptación en el mercado, también los precios de los piensos son más altos que lo que pagan por el animal.
La importación de productos de la tierra de otros lugares provoca que el agricultor se sienta desprotegido por el estado y decida abandonar su lugar de trabajo. Algunos han intentado que una empresa les instale la nueva generación de árboles: las placas solares. Pero como he citado antes, las leyes son más estrictas y no a todos los sitios dan permiso para tirar el proyecto adelante.
Muchos insecticidas los han prohibido por posibles efectos tóxicos al consumidor. Cuando el agricultor lo aplica, ¿no tiene este peligro? Hubo problemas de erección pero ¡es lo de menos! El cambio conlleva nuevos productos que no dan el mismo resultado. Por acabar de tocar las narices, a los agricultores y ganaderos los hacen cargo de un montón de papeleo que obliga a perder dedicación al oficio. ¿Quién hace entonces el trabajo del campo o de la granja? Las bestias no se cuidan solas. ¿No había personal que se dedicaba a rellenarlos?
Muchos piensan que dando ayudas a las empresas automovilísticas solucionarán gran parte de la crisis.
¿Por qué no miran por ayudar al primer sector que son los que facilitan la materia primera? Pongamos los pies en el suelo y recuperemos aquello que realmente es necesario para el presente y el futuro de todos y cada uno de nosotros. De coches no comemos.

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